¿Y tú qué te
vas a pedir…?
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Hay que tener en cuenta que el juego no solo
divierte y distrae al niño, sino que contribuye decisivamente a su aprendizaje.
Pero para enseñar no es necesario que se trate de los considerados juguetes educativos. El niño aprende con todos los
juguetes, ya que estimulan distintas capacidades. A través del juego y los
juguetes, los niños consiguen avanzar en su madurez personal.
Estas son las principales funciones
del juego:
·
Divierte y enseña al niño.
·
Promueve una actitud activa del niño con respecto a
su entorno (personas, seres y objetos).
·
Potencia las relaciones del niño con otros menores
y con el ambiente que le rodea. El juego socializa y permite que interioricen
las normas de relación con otros.
- Implica un gasto físico, ya que aunque sea un juego sedentario, el niño mueve músculos y articulaciones al jugar.
·
Ejercita la psicomotricidad gruesa o fina.
·
Estimula la creatividad y la imaginación del
pequeño y satisface su necesidad de explorar cosas nuevas.
·
Favorece el desarrollo de su inteligencia, al
enfrentarse a retos nuevos.
·
Ayuda a controlar las emociones y a tolerar
frustraciones.
·
Acerca al niño al mundo de los adultos, gracias a
los juegos de imitación.
·
Permite que el niño exteriorice sus miedos,
angustias y fobias
·
Aumenta la autoestima del niño y la confianza en sí
mismo.
·
Fortalece las relaciones afectivas hacia las
personas con las que se comparte (especialmente con los padres).
Juguetes
para aprender
Según el área de desarrollo que fomenten en el
niño, hay unos juguetes indicados, que se pueden elegir, de acuerdo con lo que
interese profundizar. El juguete se convierte, así, en un elemento de ayuda para
superar algunas dificultades de
aprendizaje o
para insistir en las capacidades del niño.
Pautas
para elegir juguetes correctamente
·
Adecuado y seguro según la edad.
·
En función de sus gustos.
·
Pedagógicamente acertado.
·
Estimulante.
·
Sin imponer el criterio adulto.
·
No dejarse llevar por la publicidad.
¿SON APROPIADAS LAS TABLETS PARA LOS NIÑOS?
Seguramente una de las peticiones estrella en las cartas de los niños sea, un año más, la “tablet”. Si seguimos las indicaciones generales para su elección, hacemos un uso adecuado, limitando los tiempos y evitando que sustituya a otras actividades, y sobretodo velamos por la seguridad del niño instalando un control parental o filtro, las tablets pueden ser adecuadas para niños de tres años en adelante. Sin entrar en las ventajas y desventajas con respecto a distintas marcas o sistemas operativos, o a otro tipo de dispositivos (consolas, ordenador,…) indicar que una tablet permite jugar y también aprender. Existen montones de juegos propiamente educativos. Son especialmente buenos algunos relacionados con la lectoescritura, ya que además de leer el niño puede interactuar y enriquecer la experiencia con sonidos, movimientos,… A tener en cuenta, que las específicamente infantiles son menos delicadas que las de adultos, sobre todo a edades tempranas. Y también, que sin tablet también se puede vivir.
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